Si me cansé de esperar, fue porque el tiempo no curó ni una herida.
Si me cansé de olvidar, fue porque el olvido es la 'pastilla suicida'.
Si me cansé de perdonar, fue porque cuando duele nunca, nunca, nunca se olvida.
Si me cansé de mentir, fue porque la verdad lastima sólo al principio.
Si me cansé de dormir, fue porque al 'sueño', no lo sueño dormida.
Si me cansé de asistir, fue porque asistiendo o no asistiendo siempre empezaste sin mí.
Si me cansé de ceder, fue porque cediendo te vas muriendo en vida.
Si me cansé de llorar, fue porque en las lágrimas no encontré salida.
Si me cansé de correr, fue porque muchas cosas las perdí corriendo noche y día.
Si me cansé de mirar, fue porque mirando vi una vez a la muerte.
Si me cansé de perder, fue porque una vez me desangré por perderte.