Sería una pena quedarme en el tiempo del vicio y el sexo barato, aunque te digo que a veces tan mal no la paso. Pero a veces hasta el más idiota merece un poco de calor, y si es el tuyo mejor, porque el tuyo es el mejor.
Sería una pena que un día me dieras por muerto y te helaras las venas, y me dejaras un tajo en la cara y un viaje al dolor por condena.
Porque a veces hasta el más payaso merece un poco de amor, y si es el tuyo mejor, porque el tuyo es el mejor.
El sol y la luna se fundieron sin miedo en tus ojos, y para encender a esos ojos el pecado es el que más te ayuda.
Le agradezco a mi santo, el de los que no se creen ninguna, por haberme engañado otra vez y dejarme a tus pies, como un ciego que busca y encuentra después de perderse hasta enloquecer.
Sería una real pena no volver a tocarte otra vez.
Sería una pena no ver bien las señas del tanto del truco y de tu alma, que alumbra, que calma y me saca entre buenas y malas de esta perdición.