marzo 19, 2013

Él salió y dejó la casa vacía. Se entregó al suave aire del desierto, y entonces la vio, la luna roja sobre el mar negro. Primero león, luego cordero. Ruega a Dios poder volver del desierto, desde que vio la luna roja sobre el mar negro. Cuídame, yo te cuidaré. Yo también pagué placeres ciegos y no quiero ver la luna roja sobre el mar negro. 
Es peligrosa, te hace mortal.