Herederos de una venganza.
Es este amor que enciende al corazón, y el mismo amor será mi perdición. Fui condenado a quererte sin razón, es un hechizo de muerte y de dolor. Y beberás mi sangre, beberás mi amor. Nada impedirá que te ame, que seas mío, si corre por mis venas la pasión. Somos herederos de sangre, en muerte y en vida, somos herederos de un amor. Y es tu belleza la dueña de mi voz, la misma estrella que me acorraló, fue mi destino escrito con pasión, y con suspiros, salvarte me impidió.