mayo 29, 2011
Ilegal.
Tener tus ojos debe ser ilegal, y más si cuando mirás solo inspirás a pecar. Esa sonrisa peculiar de jugar a tentar letal es un dote que sí sabés cómo usar para matar. Te has armado de forma perfecta para hacerme agonizar tan muerte lenta, mientras tu boca violenta revienta dentro de mi boca como un rayo, una tormenta. Tus manos calientan piel solo de rozarla, y mis manos van jugando a conocer tu espalda, con toda la calma se alarga la delicia de mi expedición hacia tus nalgas. Y no hay más que una sola versión, una sola muestra total de perfección. Llenás de luz la habitación con tus brillos de neón, y yo sin trabajo suelto así un último botón y pienso 'tan solo las doce y no se escuchas voces, solo gemidos finos, sonidos del goce'. Para cerrar la noche con broche de oro, yo te llego al oido y susurro este coro: 'Eso no fue nada, ya estoy en confianza negra; si me regalás la mañana, te llevo hasta la noche plena'.