Crecí llorando promesas rotas y así aprendí a no cumplir las propias,
a elegir bien a quién querer, a mentirme para creer.
No quiero más engaños, no quiero daños nunca más.
Las marcas sucias que el pasado me dejó
van a ser solo un mal recuerdo, y no mi sol.
Aprendi así a no querer, y a mentir para pasarla bien.