octubre 25, 2010

Agua.

A veces, sabés, me enloquecés y otras veces me dañás.
Damos vueltas, no nos escuchamos.

Ignorás cómo me callo, lleno mi panza de palabras que no te diría jamás.
No me apasiona tu despreocupación por mí.
Nunca comprendo porque me tratás así.
Esta vez te diré, recapacitaré; voy a buscarte en mi silencio y en tus ojos ciegos.
Quizás sea por eso que cada vez que te veo y me ves me tenés a tus pies.
Cuando no me acuerdo, vos siempre te me aparecés, y después te vas.


Agua clara bajo el puente, y en el puente vos y yo,
enturbiando nuestras almas, complicándonos los dos.
Quisiera llevarme algo, siempre pienso que hoy es la última vez.
Siempre es la última vez.